Consigna: Elegir un objeto significativo y escribir un cuento en el que sea importante para el narrador o narradora.
Aclaración: Se narra una tradición media machista capaz, la cual no comparto, pero trate de basarme en hechos reales.
"De abuelo a padre, de padre a hijo"
Puras cajas. Mi casa estaba rodeada de cajas, bolsas y bolsos. Ya me perdía entre ellas. Estaba casi todo allí. Los muebles estaban vacios, listos para que el flete se los lleve. Antes de cargarlos vuelvo a revisar uno por uno, por seguridad. En el armario, nada. En la cajonera, nada. En bajo mesada, nada.
Todo estaba impecable, hasta que abrí el cajón de mi mesita de luz, la cual estaba separada para tirar. Ya era demasiado vieja y su puerta no cerraba bien. Por error, no mio, seguro de alguno de mis hijos, quedó bien al fondo del cajón un estuche pequeño y cuadrado -¡Como me voy a olvidar esto!- exclamé en mi habitación vacia. Dentro del estuche se encontraba el anillo de mi viejo. Este estaba bañado en oro y en su centro se hallaba una perla roja brillante. Su valor sentimental es mucho más importante para mi que su valor monetario.
Su historia es algo trágica y triste. Cuando tenía un poco menos de un año, mi padre fallece en su trabajo por un paro cardíaco, dejadonos solos a mis hermanos y mi madre. Lamentablemente no pude tener la relación que hubiera querido tener con él. Pero algo pude saber. Era sastre de la policia federal, no ganaba demasiado pero con ese ingreso mantenia a seis bocas. También, con sus ingresos, adquirió una pulcera, un collar y un anillo, todos de oro.
El día que murió (una semana antes de mi primer año) llevaba consigo las tres joyas. Sus compañeros de trabajo las trajeron de vuelta a mi familia. Su muerte nos tomó de sorpresa. Económicamente, nos quedamos sin ingresos. Mis hermanos eran muy chicos para trabajar y mi madre estaba enferma. Mi madre tomó la decisión de empeñar esas joyas. Desafortunadamente perdimos la pulcera y el collar. Pero el anillo pudieron recuperarlo. Asi fue que este fue heredado al único varón de la familia Contreras, yo.
La voz de mi hija gritandomé que el flete había llegado interrumpieron mis recuerdos. Agarré el estuche con el anillo y continué con mis tareas. Al llegar a la nueva casa lo guarde en un lugar seguro, donde quedará hasta que se mude el único varón de la famillia Contreras que me sigue, mi hijo.
Marlene Contreras 19/05/20
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