Autobiografía
"Dentro de cada casa"
Con 18 años ya me mudé 3 veces y todas dentro del mismo barrio, para mi eso ya es demasiado, por suerte la tercera fue la vencida y ya tengo casa propia (momentáneamente). Como no puedo escribir una autobiografía contando como me fui formando como escritora, ya que aún no me considero una, voy a contar algunos sucesos que recuerdo a través de todos los hogares que tuve. Esto también va a ser útil para mi, ya que con el paso del tiempo se han ido borrando u ocultando, quién sabe, muchos de los recuerdos que tengo de mis antiguas casas.
Mi primer hogar era un departamento que les regalaron mis abuelos maternos a mis papás luego de su casamiento, mis abuelos eran propietarios de este departamento y para que mis papás no tuvieran que ir a alquilar una casa , decidieron darle este. Ahí pase los primero 8 o 9 años de mi vida (no recuerdo bien en que año me mude). Este departamento no era ni chico, ni grande, creo que era adecuado para una familia tipo de 4 personas que justamente éramos. Pero tenia un patio hermoso (compartido con mis abuelos), aun recuerdo lo enorme que lo veía, capaz porque mi contextura era demasiado chica para poder apreciar verdaderamente el tamaño de este, la verdad no lo sé, es una duda que aún tengo. También recuerdo una hamaca (creo que así se llama), azul con los asientos amarillos y rojo, que con el paso de los años la vi oxidarse. Estaba justo en medio de este patio con césped verde y brillante, era lo único que había, ya que lo demás era plantas y arbustos. En unos de los costados había una especie de taller que usaba mi nono para trabajar, que en realidad era mi bisabuelo, pero todos lo llamábamos nono. La verdad es que no sé que hacia él ahí, sólo recuerdo una máquina para hacer cemento que hacia bastante ruido. En el otro costado, había una planta muy grande con unas flores rojas, también grandes, que no sé por qué aún recuerdo, capaz porque me llamaban mucho la atención su color rojo brillante y sus estambres amarillos largos que sobresalían. A su costado había una mesa de mármol que recuerdo muy poco, pero sé por fotos que algunos cumpleaños de mi hermano y míos se hicieron ahí. Dejando de lado el patio, mi primer hogar también tenía una terraza bastante amplia, no tanto como el patio, pero lo suficiente para que quepan dos pelopinchos medianas. Esta terraza era compartida con el otro departamento de al lado. Ahí tendíamos la ropa, y en verano nos metíamos a esta pileta. No tengo mucho que decir de esta terraza, era normal, pero si recuerdo muy bien la baranda que tenía, de un color rojo oxidada y algo inclinada. La recuerdo muy bien porque no me acercaba a ella, y no porque mis papás no me dejaran por miedo a que me caiga, sino porque yo tenia vértigo, capaz es ahí donde comenzó mi miedo a las alturas. En este departamento es donde llegó mi primera mascota, Nina, ella es una siamés de color marrón, blanco y negro con unos ojos celestes como cuando el cielo esta sin una nube. Llegó a mi familia como regalo de mi vecina de a lado, la cuál nuestras familias se llevaban muy bien. Con ya casi 17 años, con poco olfato, casi ciega y con más blanco que negro y marrón en su pelaje, ella ya pasó 3 mudanzas conmigo.
De este departamento nos tuvimos que ir por disputas familiares, de un día para otro mi casa dejó de ser mi casa y a las apuradas tuvimos que conseguirnos un lugar donde vivir.
Mi segundo hogar quedaba a solo 3 cuadras de mi anterior hogar. Aquí pase alrededor de 5 o 6 años, no lo recuerdo muy bien. Esta casa tenía una estructura y colores espantosos, aun recuerdo el color verde manzana brillante de sus paredes, fue tan fea la experiencia que tuve en esta casa, que al día de hoy detesto el color verde manzana. Un recuerdo bueno que tengo es mi cumpleaños número 12, yo estaba en primero de secundaria y, a mi sorpresa, me había hecho más amigos. Yo siempre fui una persona bastante tímida y mis grupos de amigos no superaba las 3 personas. Pero ese año, no recuerdo cómo, tenía un gran grupo de amigos. Este cumpleaños fue importante para mí por la expectativa que tenía acerca del mismo, había invitado por primera vez a mucha gente y por primera vez todo vinieron. ¿Qué es lo raro? se preguntarán, sucede que yo no tuve una buena experiencia en mis cumpleaños, al ser en pleno junio, pleno invierno, solía la mayoría de veces llover, hacer mucho frio, cosas que impiden que la gente salga de su casa. Cuestión que muchos de mis cumpleaños las pasé con muy poca personas, y mi miedo a medida que fui creciendo, fue aumentando. Pero ese año no fue como los demás.
Pero no todo es color de rosas, como dije anteriormente, esta casa fue la peor. Tenía muchas imperfecciones y problemas. Por ejemplo, había demasiada humedad, lo que generaba que aparecieran una plaga de mini mosquitas que se quedaban pegadas a las paredes, a una en especial más, a la que llevaba los desechos de mi vecinos de arriba a nuestro poso, sí teníamos dos departamentos por encima de nuestra casa y el poso era compartido. A este lo teníamos que desagotar cada 5 meses aproximadamente y eso generaba más gasto que el mismo alquiler. Un día de mucha, mucha lluvia y viento (que capaz algunos recuerden los comentarios de ese día, diciendo que hubo un huracán, o algo así), tan así que las ventanas de vidrio de la puerta de mi casa empezaron a temblar, nuestro pozo no aguanto tanta cantidad de lluvia y se imaginan lo que sucedió. Mi casa parecía un rio con muy mal olor y aspecto. Me recuerdo a mi hermano, mi perro (sí, en esa casa llegó mi primer perro, Pancho, un casi chihuahua de color dorado con manchas blancas) y mi gata en el sillón y a mis papás tratando de sacar el agua para afuera, lo que era imposible, ya que todas las veredas estaban inundadas. Esa noche mi mamá, mi hermano, mi perro y yo nos fuimos a dormir a la casa de mis nonos, mi papá y mi gata se quedaron en mi casa. No hace falta aclarar el por qué nos mudamos de esta casa.
Me mude a mi tercer casa cuando tenía alrededor de los 14 años y permanecí allí hasta los 18 años. Esta quedaba a dos cuadras de mi anterior casa y a 3 de la primera. Cuando la vi por primera vez pensé, "que linda casa, quiero que sea mía". Era una casa más grande que la anterior, y aunque no tenía el patio de la primera, tenia una linda entrada. Recuerdo el día que nos mudamos, era invierno y yo había elegido la habitación más grande, y al haber estado vacía por mucho tiempo y no tener suficientes muebles para llenarla, el frio era abundante. Por mucho tiempo me sentí muy cómoda ahí, pero nunca es todo color de rosas, con el tiempo fueron llegando las imperfecciones. En esa casa llegaron mis últimas tres mascotas (por ahora). Primero llegó Morita, una gata arisca de pelaje blanco y negro. Un día, después de una noche de mucha lluvia, mi mamá la rescató de una zanja a punto de ser la comida de unos perros. Unos años después llegó Suricata, mi segunda perra. Ella es una ovejera petiza que apareció en la cuadra de mi casa perdida, mi mamá la ayudó con otra vecina y por cosas de la vida, terminó durmiendo en la cama de mi papá. Por último Manchita, una gata de color gris con manchas blancas y anaranjadas y una cola peluda. Encontrada por mi mamá, solo se iba a quedar unos días y terminó durmiendo con mi papá. También esta casa me dio otra mascota, Coquito, un perro viejo de pelos dorados y algo desconfiado, los dueños de mi casa lo habían abandonado al descampado de al lado, y como su verdaderos dueños ya no lo querían, nos hicimos cargo de él, aunque no estaba dentro de nuestra casa, era parte de mi familia. Lamentablemente no logró mudarse con nosotros, murió el mismo año que nos mudábamos a mi última y actual casa.
Unos de los recuerdos más vivos que tengo en esta casa, es la separación de mis papás. Luego de eso, solo vivíamos 3 personas ahí, mi hermano, mi papá y yo, y obvio todas mis mascotas.
En esta casa también es donde tomé decisiones muy importantes, como la elección de mi carrera, la cual fue bastante complicada, hasta la decisión de hacerme vegetariana y luego vegana. También es donde comencé a escribir mis primeras novelas, de las cuales no terminé ninguna y todas son muy malas; y además es donde comencé a dedicar más tiempo de mi semana al dibujo y pintura.
En conclusión, esta casa fue donde más crecí, y no hablo de edad o estatura, hablo de un crecimiento personal, por eso le tengo mucho aprecio, y toda la semana pre mudanza fue duro despedirme de ella, fue como ver pasar muchos sentimientos y momentos que marcaron mi persona, dejar atrás pensamientos que tenía e ideas que no iba a poder cambiar, fue la casa donde maduré.
Ya que la separación de mis papás y la mudanza de mi mamá nos había dejado a los tres un poco descolocados, junto a mi papá y mi hermano decidimos empezar de cero.
Y así es como llegamos al presente, a mi actual casa. Antes de describirla quisiera explicar cómo llegamos aquí. El terreno en el que vivo hoy es el mismo donde comenzó la familia Contreras. Mis bisabuelos paternos comenzaron su familia en este terreno, donde fueron construyendo muy de a poco casas dentro de él. Aquí es donde se criaron mis tíos y mi papá y otros parientes lejanos. Algunos, como mi tía Ale o mi tía Dora nunca se fueron, y otros como mi tío Ariel o mi papá, decidieron hacer su vida en otro lugar. Pero lo que son las vueltas de vida que mi papá, quien había decidido construir su vida en otro lugar, volvió al lugar donde comenzó todo, pero no solo.
Ahora sí, la casa donde hoy duermo fue un sacrificio enorme para nosotres. Voy a enumerar las personas que vivieron aquí: Una prima de mi papá, su tío "negro", más tarde llegaría su padrastro, luego su hermana, mi tía Mary, le sigue su hija, mi prima Tone, y después de toda estos parientes, llegamos nosotres. Antes de entrar le tuvimos que hacer demasiadas reformas, y el resultado fue bueno, no increíble, pero al menos ya tenemos casa propia.
Sinceramente no puedo hablar de muchos recuerdos que tenga en esta casa, ya que solo tengo algunos meses aquí, pero sin duda, esta casa va a ser muy diferente a las demás.
-Marlene Contreras
Hola, vengo a dejar un breve comentario. Me gustó la forma en la que describís tu historia a partir de las distintas casas que habitaste. El hogar es clave para la formación de cada uno como persona. En la casa, con la familia, es el el lugar en el que se empieza a formar la personalidad de cada uno.
ResponderBorrarEl tema de las distintas casas da forma y estructura al relato, como probablemente lo haya hecho con tu vida. Como bien contas, cada una constituye una etapa distinta de tu vida y cada una tiene elementos distintivos propios. Las casas en las que viviste son como los distintos capítulos de tu propia historia.
Por otra parte vi tu video de presentación y entre a alguno de los links que dejaste. Es duro pero es real y concuerdo con tu pensamiento. Actualmente soy vegetariana y me gustaría en un futuro ser vegana pero es algo que todavía veo muy lejano porque lamentablemente me cuesta mucho. De todos modos trato de informarme sobre el tema y agradezco que vayas difundiendo información sobre el tema, porque suma mucho y siempre viene bien.
Bueno besos, nos vemos en zoom!!
Hola Flor! Que bueno que te gustó la autobiografía y me alegra que entraras a los Links, estoy segura que en un futuro vas a poder lograr la transición.
BorrarMuchas gracias por tu comentario.
Nos vemos en miércoles!