Acá van mis microcuentos, espero que cumplan con la consigna:
"el camino para volver a ser un simple mortal"
Tu libro le tendrás que dar al monje, ya no podrás escribir más; buscarás y buscarás la manera de no dárselo, mas no lo lograras. Intentarás huir, pero no te lo permitirán. Te dirán que ahora ya no eres un simple mortal, que desde aquel momento eres servidor de Dios. Recordarás el momento que llegaste ahí, sentirás que ya no hay solución; te arrepentirás de no haberte ido cuando aun podías. Al día siguiente, te levantarás y el libro seguirá allí. Caminarás por la orilla del lago, con tu libro en mano, directo a donde están los monjes; pensarás llevártelo contigo. Imagina que ese pensamiento se haga realidad, que tu vida se vaya junto a tu libro. Que luego te ven, que intentarán ayudarte, pero imagina que ya no lo lograran. Y así, solo así, volverás a ser un simple mortal.
"Como siempre lo imaginaste"
Te pondrás tu mejor traje, ese que nunca usaste. Deberás pensar que es tu momento, que el pasado ya no importa, que ya nadie te lo impedirá. Piensa que ya nadie existe, que solo estas tú. Agarrarás el libro, ese que tanto te marcó, lo abrirás y rezarás, como todos los días, pero esta vez con más reverencia. Saldrás de tu casa, miraras el vacío en las calles y te dirigirás a tu coche. Te encontrarás con el monje; imagina que él te acompaña. Piensa que es él quien te da la valentía y la seguridad para arrancar el coche e ir directo al monasterio. Llegarás, y ahí estarán todos, esperándote con tu túnica en sus manos, que luego darán comienzo a despojarte de tus bienes materiales, como de tu cabello. Presiente que ya podrás ser uno igual a ellos, que serás una parte de Dios. Será como siempre lo imaginaste.
Comentarios
Publicar un comentario